Lectura Biblica: Hechos 9:1-9

El relato de la conversión de Saulo en el libro de Hechos, capítulo 9, es un testimonio poderoso de la capacidad de Dios para transformar las vidas más inesperadas. Antes de su encuentro con Cristo en el camino a Damasco, Saulo era un perseguidor feroz de los seguidores de Jesús. Sin embargo, en un instante, su vida cambió para siempre. En este devocional, exploraremos el proceso de rendición repentina de Saulo y lo que podemos aprender de su experiencia en nuestro propio caminar con Dios. 

Desarrollo:

1. **La persecución implacable:** Saulo, cuyo nombre cambiaría a Pablo después de su conversión, había estado persiguiendo a los seguidores de Jesús con una determinación feroz. Su objetivo era arrestar a todos los creyentes y llevarlos a Jerusalén para enfrentar juicio. Saulo estaba convencido de que estaba haciendo lo correcto, pero su persecución estaba marcada por la violencia y la hostilidad.
2. **La búsqueda de respuestas:** A pesar de sus esfuerzos, algo dentro de Saulo lo atormentaba. La muerte de Esteban y la manera en que enfrentó su martirio habían dejado una impresión indeleble en su mente. La persistente duda sobre cómo alguien podía morir con tanta serenidad y valentía lo llevó a buscar respuestas. En su búsqueda, decidió ir a Damasco.
3. **El encuentro sobrenatural:** En su camino a Damasco, Saulo experimentó un resplandor de luz celestial que lo rodeó y lo dejó ciego. Escuchó una voz que le preguntó: «¿Por qué me persigues?» y se le reveló que era Jesús mismo. Este encuentro sobrenatural cambió radicalmente la vida de Saulo y lo llevó a una rendición total a Cristo.
4. **La rendición repentina:** Saulo, cegado por la luz, fue llevado a Damasco por sus compañeros de viaje. Pasó tres días en completa oscuridad, sin comer ni beber. Durante este tiempo, su corazón y su mente se sometieron por completo a Cristo. Lo que había comenzado como un viaje para arrestar a los creyentes se convirtió en una rendición total a su Señor.

**Conclusión:**

La historia de Saulo nos recuerda que la rendición a Cristo puede ocurrir en un instante, incluso en el momento en que menos lo esperamos. Cuando nos encontramos con la luz de la verdad de Cristo, nuestras vidas pueden transformarse por completo. El cristiano es alguien que ha dejado de hacer lo que quiere, y ha empezado a hacer lo que Cristo quiere que haga.