El Amor Inquebrantable Romanos 8:31-39
Queridos hermanos, hoy nos sumergiremos en un pasaje poderoso de la Biblia, Romanos 8:31-39. Estas palabras escritas por el apóstol Pablo nos hablan de la certeza y la grandeza del amor de Dios hacia nosotros. En medio de las dificultades y los desafíos de la vida, es importante recordar que Dios está con nosotros y que Su amor es inquebrantable. A través de este devocional, descubriremos cómo el amor de Dios nos edifica, nos impulsa a crecer y fortalece nuestra fe.
Desarrollo:
1. Edificación: En el versículo 32, Pablo nos recuerda que Dios no escatimó en dar a Su propio Hijo por nosotros. Esta es la máxima muestra de amor y nos garantiza que Él suplirá todas nuestras necesidades. Así como Abraham demostró su lealtad al ofrecer a su hijo Isaac, Dios demuestra Su lealtad hacia nosotros al entregar a Jesús como sacrificio. Podemos confiar en Su fidelidad y amor para edificar nuestras vidas sobre esta sólida base. Vivimos confiados en Su amor inquebrantable.
2. Crecimiento: El versículo 34 nos revela que Jesús está a la diestra de Dios, intercediendo por nosotros. Jesús es nuestro Abogado!. A medida que crecemos en nuestra relación con Él, descubrimos que no hay condenación para aquellos que están en Cristo Jesús.
Su sacrificio y resurrección nos aseguran que estamos seguros en Sus manos y nos impulsa a crecer en fe y confianza. Somos más que vencedores en Cristo Jesús.
3. Fortalece tu espíritu: Pablo nos desafía en los versículos 35-39 a reflexionar sobre qué o quién podría separarnos del amor de Cristo. Nos menciona diversas circunstancias adversas, como aflicciones, peligros y hasta poderes angélicos, pero concluye diciendo que ninguna de estas cosas puede separarnos del amor de Dios. Ni siquiera la vida o la muerte, ni lo presente ni lo por venir. No importa los problemas que estés pasando hoy en tu vida Dios está contigo! El diablo está vencido por el poder del amor de Dios.
Conclusión:
Queridos hermanos, en este breve devocional hemos reflexionado sobre las palabras inspiradas del apóstol Pablo en Romanos 8:31-39. El amor de Dios es edificante, nos impulsa a crecer y fortalece nuestro espíritu. A medida que enfrentamos los desafíos de la vida, recordemos que Dios está de nuestra parte, y nada, absolutamente nada, puede separarnos de Su amor. Vivimos confiados en Su amor inquebrantable, somos más que vencedores en Cristo Jesús, y el diablo está vencido por el poder del amor de Dios. Permítanme animarles a aferrarse a estas verdades y a vivir cada día con la certeza de que somos amados y cuidados por un Dios que nunca nos abandonará. ¡Gloria a Dios!