La Busqueda Ferviente
- edubetetto
Texto base: Mateo 7:7-8
¡Hola hermanos y hermanas en Cristo! Hoy nos reunimos para reflexionar sobre dos versículos poderosos de las enseñanzas de Jesús en el sermón del monte. En estos versículos, Jesús nos anima a buscar, pedir y llamar a la puerta, confiando en la respuesta de Dios. Acompáñenme en este devocional mientras exploramos el poder de la oración y la promesa de Dios de responder a nuestras peticiones.
Desarrollo:
- Buscar: Jesús nos insta a buscar, a estar activamente en búsqueda de la voluntad de Dios y su dirección en nuestras vidas. La búsqueda implica un deseo profundo de conocer a Dios más íntimamente y de descubrir su plan para nosotros. Nos invita a acercarnos a Dios con un corazón sincero y una actitud de humildad, confiando en que Él nos revelará lo que necesitamos.
- Pedir: Jesús también nos anima a pedir. La oración es un acto de comunicación directa con Dios, en el cual presentamos nuestras necesidades, deseos y preocupaciones ante Él. Jesús nos asegura que si pedimos, recibiremos. Aunque no siempre recibimos exactamente lo que pedimos, Dios, en su sabiduría, nos dará lo que es mejor para nosotros en el momento adecuado.
- Llamar a la puerta: Jesús nos invita a llamar a la puerta de la gracia y la misericordia de Dios. Al llamar, estamos reconociendo nuestra dependencia de Él y nuestro deseo de tener comunión con Él. Dios nos promete que si llamamos, se nos abrirá. Él está dispuesto a escucharnos y a responder a nuestras peticiones de acuerdo con su perfecta voluntad.
Conclusión: Queridos hermanos , las palabras de Jesús en Mateo 7:7-8 nos revelan el poder de la oración y la promesa de Dios de responder a nuestras peticiones. Nos anima a buscar, pedir y llamar a la puerta, confiando en que Él escucha y responde. Aunque no siempre entendemos sus caminos, podemos confiar en su amor y en su sabiduría para obrar en nuestras vidas.
Oremos:
Amado Padre celestial, te agradecemos por tu disposición de escucharnos cuando buscamos, pedimos y llamamos a tu puerta. Ayúdanos a acercarnos a ti con sinceridad y humildad, confiando en que nos revelarás tu voluntad y responderás a nuestras peticiones. Danos la fe para confiar en tus caminos, incluso cuando no comprendemos completamente. En el nombre poderoso de Jesús oramos, ¡amén!